miércoles, 3 de julio de 2013

Gomera Paradise Trail, del infierno al paraíso

Quedó pendiente lo último... el paraíso.
No siempre las cosas pueden salir bien y después de un par de días de reflexión, pienso que he vivido una bonita experiencia. He sufrido y me acuerdo pensar durante la carrera que nunca lo había pasado tan mal durante tanto tiempo. Pero se podía aguantar, el problema mas grande era mi preocupación por si realmente estaba haciendo daño a mi cuerpo, no quería terminar en un hospital. Pensándolo ahora, no era para tanto, claro, porque no pasó nada... En el momento uno no tiene las cosas tan claras. Tampoco voy a poder explicarles lo que me pasó, no lo sé ni yo.
Se acumularon unas cuantas cosas no muy recomendables antes de la Gomera Paradise Trail y esas serán una lección mas para mi.
En primer lugar, después de correr los 80km de la Transvulcania, nunca vi la Gomera Paradise trail realmente como una "ultra", ni un reto y no hice ninguna preparación específica, ni entrenos intensivos. Simplemente mantenimiento, confiando en que estaba en forma con ese mínimo.
El segundo contratiempo fue el trabajo de la semana anterior a la carrera. No conseguía acabarlo por lo que no hice deporte ninguno en los últimos 6 días anteriores y tampoco conseguía dormir mas de 6 horas por noche. Personalmente pienso que eso fue lo que me reventó. Yo suelo dormir muuucho...jeje.
Pero llegué a La Gomera con confianza de disfrutar de una buena carrera. Si mi resultado no sería espectacular, eso era lo que menos me preocupaba.
El viaje fue en compañía del equipo GOT, nuestros amigos de la tienda especializada en El Médano, aunque una vez ahí, ellos se quedaban en Hermigua, mientras yo cogí el alojamiento en la residencia ofrecido por la organización. Lo conocía de otras ocasiones (triatlón, primera GPT) y aunque cuesta dormir bien ahí, no podía permitirme otra opción. Antes de acostarnos tocaba recoger el dorsal y comer un buen plato de pasta y postre ofrecido por la organización. La noche en la residencia fue muy parecida a la del año pasado. El viento huracanado golpeaba las puertas y persianas continuamente aparte del ruido en los arboles que parecían querer arrancarse del suelo. Justo en la ventana una farola de la calle y un calor que obligaba dejar alguna ventana abierta. Lo sumas a algún nervio por la carrera y el desayuno a las 4 de la mañana y la mezcla está completa. Aún así, no me sentí demasiado mal en la linea de salida a las 6. Preparado con riñonera Camelbak, dos bidones, uno con agua, el otro con isotónico de Powerbar, 3 geles de Powerbar, 3 geles ND3 de Infisport, 3 gominolas energéticas ND3, dos reposiciones de isotónico y dos sobres con sales para el agua, el teléfono y el frontal. Unos segundos antes de salir me pongo el frontal y no enciende. Lo había comprobado en la residencia, tenía baterías nuevas y funcionaba. Nervios. Le doy unos golpecitos y menos mal, enciende... Luego corriendo se volvió a apagar y encender unas cuantas veces. Cosas que quizás indican que voy a tener un día complicado...
Los primeros kilómetros, de noche, los hice tranquilamente siguiendo el ritmo del grupo, ahí por la mitad de los participantes y cuando salió el sol por encima del horizonte empecé a adelantar posiciones. Tampoco muchos, buscando mi ritmo. En esa primera parte, el viento soplaba con rachas impresionantes pero luego, cuando empezamos a correr por pista, en llano, algún sube y baja pero sobre todo bajando, las condiciones eran agradables e hicimos muchos kilómetros muy rápidos. Cuando llegamos a Hermigua, ya con 30km, estaba la mitad de la carrera hecha y llevaba poco mas de 3 horas. No había estudiado el recorrido pero me imaginaba que no todo iba a ser así. De hecho, en un avituallamiento, un amigo "se quejó" de que porque había entrenado tanto "risco pa'rriba, risco pa'bajo" si eso era todo pista, y riéndose, el chico que ponía el agua decía, "no te preocupes, ya vas a tener todo el risco que quieres ahora". A partir de ahí tengo un lapsus total de casi todo lo que ha pasado en la carrera. Empecé a encontrarme mal cuando nos metimos en el bosque, saliendo de Hermigua. Se escuchaba agua corriendo por el barranco y donde podía, me acercaba para refrescarme la cabeza pero iba cada vez peor. Una pena, porque estaba en medio de una naturaleza espectacular, unas vistas impresionantes por todos lados, las laderas de montaña a los lados, bosque verde y  una cascada muy alta en frente y el valle con Hermigua y luego el mar detrás. Intenté sacarme una foto, pero estaba bastante desanimado. Aún así tenía confianza de que mas adelante iba a encontrarme otra vez mejor, pero ese tramo se hizo largo. Cuando llego a un cartel del kilometraje que pone 35km no me lo podía creer. Si hace muuucho tiempo ya había hecho 30.... A ese ritmo, acabar sería eterno. Seguí tomando mis geles y bebiendo agua e isotónico aunque no me apetecía nada. En los avituallamientos comía bastante fruta. Pero las sensaciones no fueron mejorando. En medio de nuestra subida por el Cedro nos tocó un tramo de asfalto subiendo y conseguía trotar pero muy lento. Una vez pasado el punto mas alto, bajando sendero técnico, iba con el cerebro ya totalmente apagado. No sé si iba lento o rápido pero avanzaba mas o menos. Luego bajada larga por asfalto en la que pude correr relativamente bien. Estaba solo, no veía a nadie ni delante, ni detrás. A lo lejos estaba San Sebastian y según los kilómetros que calculaba, estaba convencido que ya era solo bajar hasta meta. Entre unas casas dejamos el asfalto y nos encontramos el penúltimo avituallamiento. Pensaba que quedaban unos 10km. Eran 12 de los cuales supuestamente 4 en subida y 8 bajando. Uff. Que pena. Aun quedaba sufrir para rato... Me quedé sentado a la sombra intentando acumular ánimo. Duró poco. Cuando salgo de entre las casas miro hacía arriba y eso es una pared vertical de 500m. Mirándolo luego en Google Earth, la subida eran solo 2,5km pero con ese desnivel se traduce en una pendiente media del 20%. El sol daba directamente sobre la ladera y no tenía ni un arbusto suficientemente grande para dar sombra. Pasito a pasito iba subiendo mientras me iban adelantando corredores. Sinceramente, no sabía en ese momento si era capaz de llegar hasta arriba. No podía respirar bien, tenía un malestar general tremendo y de vez en cuando tenía que agarrarme con las manos a las piedras para no desequilibrarme. No tengo idea cuanto tardé en esa subida. No iba a rendirme hasta no ir en última posición y cuando miraba atrás, veía mas gente subiendo... Una vez arriba, llegando al último avituallamiento, un chico de cruz roja preguntó a cada uno que llegaba, por su estado. Me miró la lengua y dijo que estaba bien hidratado. Pero que probablemente tenía demasiadas sales y bebidas isotónicas en el estómago, lo que me provocaba el malestar. Supongo que por el calor, baja tensión, lo que sea, mi cuerpo no ha sabido absorber esas sales y bebidas durante la carrera. No tengo idea, la verdad. Me refresqué todo lo que pude con hielo y salí de ese último avituallamiento un poco mejor. Luego era casi todo bajada y estábamos otra vez en la zona de viento por lo que iba más refrescado. Y pude correr mas o menos bien los últimos 8km, no me sentía bien pero mejor. Finalmente llegué a meta en 10h31. Saludé a los conocidos y bebí una cerveza. Había paella, pero no me sentía bien como para poder comer. 15 minutos mas tarde tuve que apartarme y vomité. Creo que vomité todo lo que había tomado durante toda la carrera, y mucho mucho liquido. Me metieron en la ambulancia de la cruz roja y me tomaron la tensión. La tenía mas baja que nunca pero como suelo tenerla alta, no parecía exagerado. Dudaron en ponerme un suero pero les dije que después de vomitar ya me sentía mucho mejor. Me pidieron volver si me encontraba mal. Fueron muy amables y muy atentos todos los que ayudaron en la carrera en un día tan complicado.
Decidí volver tranquilamente, caminando, a la residencia, me duché y me acosté para recuperar. Mas tarde salí para intentar comer algo aunque no me apetecía nada, pero algo tenia que comer para recuperar !
Luego el domingo ya podía comer con mas apetito aunque de vez en cuando volvía la sensación de malestar. El lunes ya estaba todo olvidado y pienso que lo que cuento es todo muy exagerado. No era para tanto... jaja. Lo intentaremos otra vez el año que viene.



1 comentario:

CARRIZALERO dijo...

Estimado d'Jo:
Acabo de leer tu crónica, y desde luego lo que primero se me ocurre decirte es "que te admiro", sabes que estaba alli cuando llegaste a meta haciendo las clasificaciones, pues este año la Gomera Paradise Trail ya está dentro del circuito ADIDAS CANARIAS, y comprobé que cuando llegaste venías bastante "tocado", pero al leer tu relato entiendo perfectamente que llegarás así, por otro lado hay que ser un magnifico deportista y un gran sufridor para acabar como tú lo hiciste; dándolo todo y no solo eso sino que además reconoces que tu preparación no fue la adecuada y que el exceso de confianza en tus posibilidades te traicionó; yo no dudo de que si todos relatáramos nuestras vivencias como lo has hecho tú transmitiríamos a los mas jóvenes experiencias enriquecedoras y les valdría para no cometer errores.
Gracias por estar siempre ahí, y esperando volver a competir nuevamente en cuanto mis lesiones me lo vuelvan a permitir.
Un abrazo
Felipe Dorta

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